En “Los campesinos”, Balzac explora los aspectos más oscuros de la naturaleza humana —la codicia, la ambición, los celos— combinados con las dificultades de la vida rural. ¿Cree que la naturaleza humana se hace más evidente en estos entornos, o es el entorno el factor principal que moldea a las personas?

La novela de Honoré de Balzac, “Los Campesinos”, muestra con audacia los aspectos más crudos, y a veces más oscuros, de la naturaleza humana a la sombra de la agitación social y económica que floreció en la campiña francesa del siglo XIX. La novela revela cómo cualidades universales como la codicia, la ambición y los celos se combinan con las dificultades y limitaciones únicas de la vida rural, e incluso cómo se nutren de estas dificultades. En este contexto, la obra de Balzac retoma de forma contundente uno de los antiguos problemas de la filosofía: “¿La naturaleza humana moldea el entorno, o el entorno moldea al hombre?”.

Tesis sobre la Manifestación de la Naturaleza Humana en el Medio Rural:

El entorno rural descrito por Balzac es casi como un laboratorio; un espacio donde el control social se relaja y los intereses individuales cobran mayor relevancia. Esta tesis argumenta que la naturaleza humana, especialmente los aspectos considerados “oscuros”, se revelan con mayor crudeza en las duras condiciones del campo. Si bien las complejas redes sociales, el anonimato y la presión relativamente más pronunciada de las normas éticas de la ciudad pueden frenar en cierta medida los impulsos internos del individuo, estos mecanismos de freno pueden debilitarse en el campo.

Los recursos limitados del campo (tierra, agua, herencia) son los elementos que desencadenan la competencia y, por consiguiente, la codicia. Cada parcela de tierra se convierte en objeto de una lucha por la vida, una lucha de poder. La estructura comunitaria cerrada del campo, por otro lado, facilita la proliferación de celos y chismes. El éxito o la riqueza de otro conlleva el potencial de sentir directamente las propias deficiencias y, por lo tanto, alimentar el sentimiento de celos. La ambición también puede explicarse por el deseo de superar la situación actual, que se convierte en una fuerza impulsora más aguda en el estancamiento y las imposibilidades del campo. Balzac insinúa que estos impulsos se manifiestan de forma más directa y primitiva en el mundo rural, de mentalidad estrecha, no tan complejo e indirecto como en la ciudad. Según esta perspectiva, el campo funciona como un espejo que revela las profundidades ocultas de la naturaleza humana.

La tesis de que el medio ambiente es el factor principal que moldea al ser humano:

Por otro lado, la novela “Los campesinos” apoya firmemente la tesis de que el medio ambiente, es decir, las condiciones socioeconómicas y culturales del campo, afecta profundamente el carácter y el comportamiento de los individuos. Según esta perspectiva, las características “oscuras” descritas por Balzac son resultado directo de las condiciones impuestas por la vida rural, especialmente la pobreza, la falta de educación, la injusticia y la desigualdad de oportunidades.

En el miserable mundo del campo, la lucha por la supervivencia puede prevalecer sobre los valores éticos. La ambición de poseer tierras puede impulsar a las personas al engaño, la astucia e incluso la violencia. La falta de educación y cultura debilita la capacidad de pensamiento crítico de las personas, lo que puede conducir a supersticiones, prejuicios y estrechez de miras. La injusticia de las relaciones feudales de herencia y propiedad dificulta que los campesinos ejerzan sus derechos, lo que puede generar diversas reacciones, desde la resistencia pasiva hasta la rebelión abierta. Balzac demuestra con maestría el papel que los gobiernos locales corruptos, los terratenientes injustos y las estructuras sociales excluyentes de la aldea desempeñan en la degeneración moral de los individuos. Según esta tesis, los personajes “campesinos” de Balzac no son inherentemente malvados, sino víctimas de las circunstancias que los empujan hacia esa dirección.

Síntesis filosófica y el enfoque de Balzac:

La genialidad de Balzac en “Los campesinos” no reside en establecer una distinción clara entre estas dos tesis, sino en revelar su compleja interacción. La novela sugiere que la naturaleza humana contiene potencialmente tanto el bien como el mal, pero que el entorno desempeña un papel crucial a la hora de determinar cuál de estos potenciales florecerá.

Quizás Balzac esté insinuando que el lema “Homo homini lupus” (el hombre es un lobo para el hombre) se hace más evidente en las duras condiciones del campo. Sin embargo, esta “transformación en lobo” ocurre bajo las presiones y restricciones impuestas por el entorno. Impulsos como la codicia, la envidia y la ambición pueden formar parte de la herencia evolutiva humana; sin embargo, la forma e intensidad con que emergen estos impulsos están estrechamente relacionadas con el contexto social, económico y cultural en el que vive el individuo.

En consecuencia, Balzac en “Los campesinos” no cae en un reduccionismo determinista (solo el entorno determina) ni en un idealismo romántico (la naturaleza humana es pura e inmutable). Por el contrario, muestra que la naturaleza humana y el medio ambiente están en constante diálogo y transformación. El campo no es solo un reflejo de la naturaleza humana, sino también una fuerza que la moldea y, a veces, la corrompe. Al explorar las profundidades filosóficas de esta compleja relación, la novela invita al lector a reflexionar sobre las dimensiones universales y contextuales de la condición humana. “Los campesinos” también puede considerarse una exploración filosófica temprana de la relación entre el medio ambiente y el comportamiento, que constituye la base de la sociología y la psicología modernas.