¿En qué novelas podemos ver rastros del cuento de Gógol El abrigo?

El cuento de Gógol El capote (1842) se considera uno de los puntos de inflexión de la literatura moderna y ha dejado su huella en muchas novelas por su profundidad existencial, social y filosófica. La historia trata sobre el efecto aplastante del sistema burocrático sobre el individuo, la destrucción de la privación material sobre el alma humana y la trágica soledad del hombre pequeño. La obsesión de Akaky Akakiyevich con el abrigo apunta a un anhelo no sólo de un objeto, sino de identidad, estatus y dignidad humana. Estos temas muestran claramente la influencia de El abrigo en la literatura de los siglos XIX y XX, especialmente en obras que tratan el conflicto del individuo con la sociedad y situaciones existenciales absurdas.

  1. Fiódor Dostoyevsky – Notas del subsuelo (1864)

El tema de El abrigo, del individuo oprimido por la estructura social y en búsqueda de su propio significado existencial, encuentra una profunda resonancia en Notas del subsuelo de Dostoyevsky. La oscura existencia de Akakiy en la burocracia es paralela a la soledad consciente del Hombre del Subterráneo y a su incompatibilidad con la sociedad. Filosóficamente, ambas obras cuestionan la dialéctica hegeliana sujeto-objeto: Akaky se identifica con el abrigo, mientras que el Hombre del Subterráneo experimenta su propia conciencia como una prisión. Dostoyevsky lleva la absurda tragedia de El abrigo a una dimensión más existencial al convertirla en un conflicto entre el libre albedrío del individuo y el determinismo social.

  1. Franz Kafka – La metamorfosis (1915)

La metamorfosis de Kafka aborda de forma más grotesca la descripción que El abrigo hace de la falta de sentido del individuo y de su alienación respecto de la máquina social. Mientras que la relación de Akakiy con el abrigo es su esfuerzo por aferrarse a su dignidad humana, la transformación de Gregor Samsa en insecto revela que ya es un “objeto” en el sistema burocrático y familiar. Ambas obras abordan el concepto de Dasein de Heidegger desde una perspectiva opuesta: en lugar de una existencia auténtica, los humanos están condenados a una existencia “caída” (Geworfenheit) a través de los roles que les impone la sociedad. Kafka transforma el absurdo burocrático de El abrigo en una pesadilla metafísica para el hombre moderno.

  1. Albert Camus – El extranjero (1942)

La indiferencia de Meursault en El extranjero de Camus tiene un parentesco filosófico con la tenue presencia de Akaky en El abrigo. El apego de Akakiy al abrigo es un símbolo de su búsqueda de significado en un mundo sin sentido; Sin embargo, Meursault ha renunciado por completo a esta búsqueda. La filosofía absurda de Camus lleva el absurdo trágico presentado en El abrigo a una dimensión más nihilista. La lucha de Akakiy por el abrigo puede leerse como un precursor de la búsqueda sisifiana de significado de Camus: ambos personajes intentan crear su propio “abrigo” en un universo sin sentido, pero este esfuerzo es en última instancia inútil.

  1. Herman Melville – Bartleby, el escribiente (1853)

Bartleby, de Melville, lleva la idea de El abrigo sobre la impotencia del individuo y la resistencia pasiva en el sistema burocrático a una forma más radical. Mientras que el apego de Akakiy al abrigo es su intento de llenar su vacío existencial dentro del sistema, la frase de Bartleby, “Preferiría no hacerlo”, es un rechazo nihilista de este sistema. Filosóficamente, ambas obras aluden al concepto de Kierkegaard de la “ansiedad del individuo”: mientras Akakiy se pierde dentro del sistema, Bartleby sale de él y, por esta elección, cae en un vacío existencial. El tono trágico de El abrigo evoluciona hacia un absurdo más frío y distante en Bartleby.

  1. George Orwell – 1984 (1949)

El régimen totalitario de 1984 de Orwell es un reflejo más distópico del sistema burocrático de El abrigo. Mientras que la dependencia de Akakiy del abrigo es un intento de preservar su identidad individual, la resistencia de Winston Smith al Partido refleja el miedo del individuo a perder su identidad en un sistema totalitario. El concepto de poder biopolítico de Foucault se puede ver en ambas obras: el cuerpo y el alma de Akaky están bajo el control de la burocracia, mientras que la mente de Winston está bajo la vigilancia panóptica del Partido. La tragedia del hombrecito de El abrigo se convierte en la tragedia de toda la humanidad en 1984.

  1. Joseph Conrad – El corazón de las tinieblas (1899)

El corazón de las tinieblas de Conrad lleva el tema de El abrigo, del individuo que enfrenta su propia falta de sentido, al contexto del colonialismo. Mientras que la relación de Akakiy con el abrigo es su intento de dar sentido a una existencia vacía, el “éxito” de Kurtz en África es el intento del hombre occidental de cubrir su propio vacío moral y existencial. Ambas obras reflejan la desesperación del hombre en su búsqueda de sentido después de la “muerte de Dios” de Nietzsche. El mundo burocrático de El abrigo es reemplazado por el brutal mundo del imperialismo en El corazón de las tinieblas, pero en ambos casos el individuo se enfrenta a sus límites existenciales.

  1. Samuel Beckett – Molloy (1951)

Molloy de Beckett transforma el tono absurdo y trágico de El abrigo en una crisis existencial modernista. La obsesión de Akakiy con el abrigo es un símbolo de su búsqueda de identidad; La relación de Molloy con su propio cuerpo y sus pertenencias es un reflejo de una conciencia que se ha rendido a la falta de sentido de la existencia. El teatro y el novelismo absurdistas de Beckett expanden la tragedia del hombrecito de El abrigo hasta convertirla en un vacío universal que puede relacionarse con el concepto de “náusea” de Sartre. Ambas obras enfatizan la inutilidad de intentar crear significado en un mundo donde la gente cuestiona su propia existencia.

  1. Vladimir Nabokov – Fuego pálido (1962)

Pálido fuego de Nabokov aborda la idea de El abrigo sobre el individuo que se pierde en el mundo de significado que él crea de una manera más lúdica y metafísica. Mientras que el apego de Akakiy al abrigo simboliza su desapego del mundo real, Kinbote en Pálido Fuego experimenta un desapego similar al crear su propio reino imaginario de Zembla. Filosóficamente, ambas obras aluden a la idea de Schopenhauer de que “el mundo es mi diseño”: Akakiy y Kinbote intentan construir su propia realidad, pero estos esfuerzos terminan en un fracaso trágico o absurdo.

  1. Thomas Mann – Muerte en Venecia (1912)

La Muerte en Venecia de Mann examina la destrucción del abrigo por los propios deseos del individuo en un contexto más estético y psicológico. Mientras que la obsesión de Akakiy con el abrigo es un intento de compensar su privación material y espiritual, la obsesión de Gustav von Aschenbach con Tadzio acelera su declive estético y moral. Ambas obras reflejan el conflicto de Freud entre el ello y el superyó: el deseo de Akakiy por el abrigo es una expresión de un anhelo reprimido, mientras que el deseo de Aschenbach conduce al colapso de su yo racional.

  1. J.M. Coetzee – Vergüenza (1999)

Shame de Coetzee reinterpreta la representación que El abrigo hace de la fragilidad del individuo dentro del sistema social y su búsqueda de dignidad en un contexto poscolonial. Mientras que la relación de Akakiy con el abrigo refleja su deseo de estatus social, la búsqueda de vergüenza y expiación de David Lurie aborda la crisis moral y existencial del individuo moderno. En el marco de la “ética del otro” de Levinas, ambas obras cuestionan los fracasos del individuo en su relación con el otro: Akakiy es condenado al ostracismo por la sociedad, mientras que Lurie se enfrenta a sus propias limitaciones morales.