¿Es el sufrimiento o la conciencia la expiación por el crimen de Raskolnikov?

En Crimen y castigo de Dostoyevski, la expiación de Raskolnikov por su crimen se asocia tanto con el sufrimiento como con la consciencia (específicamente, con un despertar moral y espiritual). Sin embargo, los profundos fundamentos filosóficos de la novela demuestran que este proceso no es simplemente castigo o arrepentimiento.

  1. Sufrimiento: Tortura física y espiritual

Raskolnikov experimenta sufrimiento espontáneo tras el asesinato. El peso del crimen lo enferma físicamente, lo lleva al borde de la locura y lo aísla de la sociedad.

El exilio a Siberia (un castigo figurativo y literal) es la forma institucionalizada de este sufrimiento. Sin embargo, para Dostoyevski, el sufrimiento no es solo un castigo; es un camino hacia la purificación.

Según los temas cristianos enfatizados a lo largo de la novela, el sufrimiento es necesario para la expiación del pecado y la purificación del alma.

  1. Conciencia: Despertar moral y existencial

La verdadera transformación de Raskolnikov comienza con el colapso de la teoría del “superhombre”. Aunque afirma no estar sujeto a los códigos morales de la gente común, su asesinato finalmente lo obliga a aceptar que él también es “común”.

El papel de Sonia es crucial aquí. Su amor puro y su autosacrificio le recuerdan a Raskolnikov los conceptos de misericordia y responsabilidad. Sonia le lee la “Resurrección de Lázaro” de la Biblia, símbolo del renacimiento espiritual.

El arrepentimiento y el descubrimiento del amor que experimenta en Siberia al final de la novela demuestran que la verdadera expiación del crimen es el despertar de la conciencia. Para Dostoievski, el verdadero castigo es el fin del autoengaño y el retorno a la humanidad.

  1. La filosofía de Dostoievski: Crimen y expiación

Dostoievski explora el conflicto entre la racionalidad y la fe en el viaje de Raskolnikov. El nihilismo teórico de Raskolnikov (la noción napoleónica de lo sobrehumano) se ve destrozado por el sufrimiento y el amor.

La expiación es la reconexión del individuo con la sociedad y con Dios. Por lo tanto, el abrazo de Raskolnikov a Sonia y sus lágrimas en la escena final simbolizan el comienzo de una nueva vida.

En resumen:

La expiación de Raskolnikov es a la vez sufrimiento y consciencia, pero ambas son inseparables. El dolor es un medio que lo conduce a la verdad; la consciencia es la verdad misma. Dostoievski enfatiza que el castigo por el crimen se cumple en el alma humana, más allá de los sistemas legales. El final de la novela apunta a la “resurrección por amor” de Raskolnikov, que es su verdadera salvación.

“Se pertenecían el uno al otro para siempre. ¡Siete años, solo siete años! Al principio, ninguno de los dos sabía que esos siete años transcurrirían entre lágrimas de alegría.”
(Crimen y castigo, Epílogo)